06 marzo 2007

Virgen en la ermita

Buenas noches, Virgen Mía.

En este momento íntimo

en que el Padre nos retira el Sol brillante

como para invitarnos a reflexionar...

Aquí, a tus pies,

quiero recordar contigo:

A quienes hoy han visto anochecer por última vez.

A los que pasarán la noche entre la enfermedad y la fiebre.

A aquellos que sufrirán, en esta noche, la injusticia, la guerra, la persecución, el hambre...

Y, desde este rinconcito del mundo,

contigo, mi Virgen de la Fuensanta,

espero un nuevo amanecer

en la Vida Eterna y en la Vida Terrenal,

donde no exista el estruendo de las explosiones,

ni el silbido de las balas,

ni el lamento de los hospitales,

ni el llanto de los hombres.

Sólo el canto de los pájaros,

el murmullo de los arroyos,

el susurro de la brisa

y las risas de los niños.

Descansa esta noche, Madre,

aunque sabemos que Tú jamás duermes y que,

junto al aroma de estas flores,

sientes las espinas de nuestros problemas.

Por eso, Virgen de la Fuensanta,

nosotros sí dormimos tranquilos.

Porque Tú siempre nos estás velando.

Hasta mañana. Hasta el canto del primer jilguero.

Buenas noches, Virgen de la Fuensanta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta foto es de nuestro pueblo, de nuestra iglesia, y en ella se ve nuestra Virgen de la Fuensanta, nuestra patrona, la mas adorada y
visitada de todos estos contornos, y todos sabemos porqué.
Para nosotros no hay otra,y estamos muy orgullosos de tenerla por patrona "Viva la Virgrn de la Fuensanta" una corcoyana.

Anónimo dijo...

Es cierto. Aunque haya quien opine lo contrario, y a pesar de que hoy las nuevas tecnologías eliminan distancias a una velocidad vertiginosa, desde "la lejanía" apreciamos más lo que vosotros ahí no veis por tenerlo tan a mano. ¿Quién de los que ahí vivís, aprecia el olor de ese entorno maravilloso como el mejor e los perfumes que para sí desearían Reyes y Obispos?
Estoy seguro de que alguien dirá: "Si estuviérais aquí día a día posiblemente no saldrían de vuestra boca esos comentarios"
Es igual, desde que a muy temprana edad me trajeron mis padres al lugar donde trabajo y vivo, no he dejado ni un instante de pensar en aquellas perlas de blanco rutilante que recorren vuestras calles, en los olores de mi infancia: olor a campo, a tierra, a "rastrojo quemao", olor a olivo; ¿qué hay más de campo que un olivo?, a "alperchín", olor a frescura de río cuando por el "Pontón" tantas y tantas veces he ido y vuelto de Badolatosa, olor a "gallinaza", olor a borrico y a mulo, olor a gallina, a las vacas de Juan Manuel, a las cabras del "Rufo" y a cochino, y a ese olor a "Olla" que mi abuela preparaba para su niño, a los molletes de la Andrea, AAAAAAAAAAAAAAAgua, progonaba Domingo (eso ya no lo viven hoy los chiquillos), en mis carreras pecho arriba y pecho abajo. ¿A dónde vas? A aquel "lao". ¿De dónde vienes? De aquel "lao". Ahhh, ¡Qué bien me suenan esas sencillas palabras! en la boca de gente sencilla. Aún, aún hoy resuenan en mi cabeza. Y ¡Cómo me recuerda a mi Virgen de la Fuensanta el olor a cera derramado en procesión hasta de la ermita las mismas puertas. Corcoyanos, guardad y preservad ese tesoro que teneis, por lo menos para que lo disfrutemos cuando "los catalanes" vayamos a haceros una visita por vacaciones.
Un fuerte abrazo para todos.