19 marzo 2007

Corcoya C.F.

06 marzo 2007

Virgen en la ermita

Buenas noches, Virgen Mía.

En este momento íntimo

en que el Padre nos retira el Sol brillante

como para invitarnos a reflexionar...

Aquí, a tus pies,

quiero recordar contigo:

A quienes hoy han visto anochecer por última vez.

A los que pasarán la noche entre la enfermedad y la fiebre.

A aquellos que sufrirán, en esta noche, la injusticia, la guerra, la persecución, el hambre...

Y, desde este rinconcito del mundo,

contigo, mi Virgen de la Fuensanta,

espero un nuevo amanecer

en la Vida Eterna y en la Vida Terrenal,

donde no exista el estruendo de las explosiones,

ni el silbido de las balas,

ni el lamento de los hospitales,

ni el llanto de los hombres.

Sólo el canto de los pájaros,

el murmullo de los arroyos,

el susurro de la brisa

y las risas de los niños.

Descansa esta noche, Madre,

aunque sabemos que Tú jamás duermes y que,

junto al aroma de estas flores,

sientes las espinas de nuestros problemas.

Por eso, Virgen de la Fuensanta,

nosotros sí dormimos tranquilos.

Porque Tú siempre nos estás velando.

Hasta mañana. Hasta el canto del primer jilguero.

Buenas noches, Virgen de la Fuensanta.

01 marzo 2007

Altar de la ermita













En el nonbre del Padre que hizo toda cosa,
el que quiso nacer de la Virgen preciosa,
del Espiritu Santo que es igual de la esposa,
del pueblo de Corcoya quiero hacer una prosa.
El Señor que creo la tierra y la mar,
de las cosas pasadas que no pueda contar:
el que es buen maestro me debe demostrar
como cobro la tierra toda de mar a mar.



Ellos que primero pasaron algunas amarguras,
muchas penas pasaron nuestros antecesores,
muchos malos espantos, muchos malos sabores,
sufren frio y hambre y pasan muchas amarguras;
estos vicios de ahora estonces eran dolores.
En tanto de este tienpo ir os he contando
como fueron la tierra perdiendo y cobrando